Refundar la democracia y defender los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Los momentos de crisis son los indicados para reconsiderar las actuaciones. Yo siempre he pensado que la crisis, aunque muchas veces dolorosa, es una nueva oportunidad.
Esta crisis está demostrando que el sistema no funciona, que los valores básicos de un sistema democrático y que se formularon con la Revolución Francesa : Libertad, Igualdad y Fraternidad, aunque vigentes no se están llevando a la práctica.
En España y en Europa no todos somos ciudadanos, hay y se quiere hacer, con las nuevas legislaciones ciudadanos y ciudadanas de primera y de segunda, no se atiende a las minorías, sigue existiendo el machismo, la homofobia, el racismo, en definitiva la intolerancia y esa intolerancia está llevando a buscar en las minorías los responsables de las atroces consecuencia de gobernantes incapaces. No todos pagamos los mismos impuestos en relación a lo que ganamos. La política, la banca, la justicia, muchas veces se compone de clientelismo y familias enteras ocupan el poder, la nueva nobleza del siglo XXI. Los estamentos y las corporaciones siguen vigentes. En definitiva no todos somos iguales.
Tampoco somos libres, se están cortando derechos, como los de manifestación, los de expresión. Si se abuchea a un político pueden detenerte acusado de alteración pública, vemos impasibles como cortan derechos, día a día y no decimos nada. Todavía hay mujeres que no pueden salir a la calle sin permiso del marido, que estos deciden lo que pueden gastar y que deben comprarse, e incluso como deben vestir. Todavía a jóvenes que no pueden estudiar lo que quieres, no son libres para formarse porque no tienen recursos económicos y se les niegan becas y se les suben las tasas universitarias. En definitiva no todos somos libres.
Y que decir de la fraternidad, de eso que en democracia se llama políticas sociales, ¿en qué están quedando?. La crisis esta justificando la desaparición de las políticas sociales que había mantenido políticas encaminadas al bienestar de los ciudadanos, en el caso español, muchas veces escasas. Pero con su desaparición esa idea de “apoyo mutuo” nos llevará al individualismo absoluto y a la desaparición de la idea de sociedad y entonces, ¿para que sirve el estado?, ¿dónde situamos al otro?. Los dirigentes de España y de Europa han olvidado que gobiernan y legislan por y para los ciudadanos, solo les preocupa seguir gobernando para y por intereses poco claros y desde luego intereses que no son de la mayoría. Legislan para la banca, las grandes empresas, en definitiva, para las Nuevas Castas, las Nuevas Élites del poder.
El artículo 1, apartado primero de la Constitución de 1978 dice:
“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
Pero este principio básico no se cumple, por ello, reivindico los principios, que no deberían ser, pero aún son revolucionarios de LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD y con ellos, la refundación de la democracia.
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